Dijo Al-lah, Glorificado y Exaltado sea (lo que se interpreta en español): {Al-lah quiere facilitaros las cosas, ya que el hombre fue creado débil} [Corán 4:28], (lo que se interpreta en español): {Él os eligió [para que sigáis Su religión] y no os prescribió nada que no podáis cumplir} [Corán 22:78] y (lo que se interpreta en español): {Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Según hayan sido sus obras, éstas resultarán en su favor o en su contra. ¡Señor nuestro! No nos castigues si nos olvidamos o nos equivocamos. ¡Señor nuestro! No nos impongas una carga como la que impusiste a quienes nos precedieron. ¡Señor nuestro! No nos impongas algo superior a nuestra fuerza} [Corán 2:286].
Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, es claro tanto en los aleyas del Corán como en las palabras y enseñanzas de Su Profeta y Mensajero, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, al señalar que en esta religión no hay nada por encima de las posibilidades de cualquier ser humano, exceptuando unas cuantas obligaciones que se pueden dejar de cumplir cuando este no está en la capacidad de cumplir con ellas, porque se encuentra enfermo, está de viaje o es obligado, bajo amenaza.
Mostrar que el ser humano es capaz de cumplir con todos los ordenamientos del Islam, sean relacionados con los pilares prácticos del Islam, los comportamientos y conductas, o lo lícito y lo ilícito; fue una de las mayores razones por las cuales Al-lah escogió a seres humanos, comunes y corrientes, para que fueran Sus Profetas, Enviados y Mensajeros. Así tenemos que la misión profética no se limitaba a la transmisión del mensaje, sino que, además, era aplicado por el Profeta para demostrar que este mensaje era dirigido a los humanos y que era posible que ellos lo pusieran en práctica, dijo Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, (lo que se interpreta en español): {Diles: Si hubiera habido en la Tierra Ángeles que la habitaran, entonces sí les habríamos enviado del cielo un Ángel como Mensajero} [Corán 17:95].
Para que la religión sea fácil de aplicar, el musulmán debe apegarse estrictamente a lo que dejó establecido el Mensajero de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, de lo contrario se desviará y se complicará la vida. Anas Ibn Malik, que Al-lah esté complacido con él, relató que unos hombres le preguntaron a las esposas del Enviado de Al-lah, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, sobre la adoración del Profeta. Cuando ellas les contestaron como era su vida cotidiana, ellos pensaron que no hacía mucho, y que eso se debía tal vez a que como el era el Profeta, pues no debía de preocuparse por nada, porque ya tenía asegurado el perdón y la gloria en el más allá. Así que uno de ellos dijo: “yo no me casaré nunca –o yo no tendré relaciones íntimas con mi esposa-” otro dijo: “yo ayunaré los días seguidos” y el último alegó: “yo rezaré toda la noche y no dormiré”. Sus esposas le contaron lo que había pasado, lo que lo molesto muchísimo. Así que subió al Mimbar, glorificó y alabó a Al-lah y luego dijo: “¡Qué les pasa a estas personas que alegan esto y lo otro! Yo, por Al-lah, soy el que más le teme a Al-lah de todos ustedes y el que más se protege de incurrir en algo que amerite su castigo e ira. Sin embargo, durante la noche yo rezo y duermo, ayuno e interrumpo el ayuno y tengo relaciones intimas con mis mujeres. Quien se aleje de lo que yo he enseñado que sepa que ya no es de los míos” [Bujari y Muslim].
Por negar todo lo que anteriormente hemos señalado, es que aquellos que se han desviado de las enseñanzas originales del Islam, las que fueron registradas en el Corán y la Sunnah, se han complicado la vida de una forma increíble. Han innovado formas de adoración que ni el Profeta, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam, ni ninguno de sus Sahabah establecieron, o le han añadido a las que fueron enseñadas por él, cosas que no tienen nada que ver con sus enseñanzas. Estas personas se han expuesto al perjuicio que genera el exceso, incluso muchos de ellos han incurrido en la incredulidad misma. Pero peor aún, es ver como, con estas enseñanzas desviadas, han hecho que muchos personas se alejen del Islam, se nieguen la oportunidad de conocerlo y mal interpreten las enseñanzas de la religión de la facilidad y la sencillez. Quien se aleje de estas enseñanzas Islámicas, pues que sepa que no pertenece a la gente que sigue la Sunnah.