Al Waqidi narró que el Imam Ibn Abi Di'b oraba toda la noche y se preocupaba bastante por incrementar su práctica de adoración; al punto que si se le decía que mañana sería el día de la resurrección no habría forma de que incrementara sus acciones (por lo mucho que el hacia)…
Muhammad Ibn Abd Al A'la dijo: "Mu'tamar Ibn Sulaiman me dijo: si no fueras familiar mío no te contaría esto: mi padre durante cuarenta años ayunó día de por medio, y hacía la oración del Fayr con el mismo wudu' que había hecho para rezar el 'Isha' (se señala con esto que no dormía durante la noche, dedicándose a la adoración)".
'Atiah Ibn Qais dijo: "Cuando Abu Muslim se encontraba combatiendo en la tierra de los bizantinos, unas personas que entraron en su tienda, al ver que había cavado un hueco y llenado con agua, para refrescarse cuando estaba ayunando, le preguntaron: ¿por qué ayunas si eres viajero? A lo que respondió: No lo hago cuando tengo que luchar, porque como para fortalecerme. Para los días que nos quedan debemos obrar.
Ibn Abi 'Udai dijo: "Dawud Ibn Abi Hind ayunó cuarenta años sin que su familia lo supiera. Trabajaba con la seda, así que cuando iba a su trabajo se llevaba consigo el almuerzo, el cual daba en limosna en su camino. Al regresar en la noche desayunaba con los suyos, claro, ellos pensaban que estaba cenando". Al Hafedh Ibn Al Yauzi comentando sobre este relato dijo: "Las personas en el mercado pensaban que él comía en su casa, mientras su familia creía que lo hacía en el mercado".
Los biógrafos mencionan que Nafisah Bint Al Hasan ayunaba tanto que la gente le decía que fuera más flexible consigo misma, a lo que les respondía: cómo he de ser flexible conmigo misma si frente a mi hay un castigo del que sólo se salvarán los triunfadores. El día en que murió estaba ayunando pese a que le habían ordenado lo contrario, y dijo antes de morir: cómo creen que voy a romper mi ayuno si llevo treinta años pidiéndole a Al-lah que cuando me encuentre con Él (cuando muera) lo haga estando yo en ayuno…