El papel de los mercaderes en la difusión del Islam
07/11/2010| IslamWeb
Invitar a la gente hacia el camino de Al-lah es el deber de todo musulmán responsable y consciente. Debido a que no hay clero o una clase sacerdotal entre los musulmanes, el deber de predicar el Islam no está limitado a un grupo imaginario llamado "hombres de Dios" o "religiosos" como en otras religiones. En el Islam todo hombre o mujer es un “hombre/mujer de Dios”, y cada uno rendirá cuentas a Al-lah acerca de si cumplió o no con sus obligaciones sinceramente y dando lo mejor de sí.
Urgiendo a los musulmanes a cumplir con sus responsabilidades en este sentido, Al-lah, Todopoderoso, Dice (lo que se interpreta en español): {Quién puede expresar palabras más bellas que aquel que exhorta a los hombres a creer en Al-lah, obra rectamente, y dice: ¡Ciertamente me cuento entre quienes se someten a Al-lah!} [Corán 41:33]
Por lo tanto, uno no tiene por qué ser un erudito ni un gran jurista para llamar a otros hacia el Islam. Es mejor que el musulmán sea un predicador que llama al Islam mediante su buena conducta que alguien que lo hace con elocuentes discursos, pues predicar a los demás lo que uno mismo no hace se considera un esfuerzo que nunca ganará las mentes y corazones de aquellos que lo escuchan. Más aun, el tener esta actitud es algo que no complace a Al-lah, ya que Él Dice (lo que se interpreta en español): {¡Oh, creyentes! ¿Por qué decís lo que no hacéis? Es muy aborrecible para Al-lah que digáis lo que no hacéis.}[Corán 61:2-3]
El adagio "las acciones valen más que las palabras" encontró siempre eco en la historia islámica, en especial en lo que respecta a la prédica y difusión del Islam en territorios no musulmanes, como partes de Asia, África y Europa, a través de la buena conducta y ética de los mercaderes musulmanes que tuvieron contactos comerciales con la gente de dichas regiones.
A continuación, mencionaremos un resumen de la difusión pacífica del Islam que estos hombres llevaron a cabo:
Sudeste de Asia
En el siglo 14, la región del mundo hoy conocida como Malasia, en la cual se practicaba el hinduismo y el budismo, entró en contacto con mercaderes musulmanes provenientes de la India y China. Con el paso del tiempo, los reyes malayos adoptaron el Islam como su fuente de legitimidad. Fue durante este periodo que la identidad islámica y la malaya se combinaron, aunque algunas costumbres y prácticas hindús y pre-hindús se mantuvieron como parte de la mezcla social y cultural malaya.
La influencia musulmana en el sudeste de Asia tiene por lo menos seis siglos de antigüedad, aunque algunos dicen que es mucho más antigua y la colocan en el año 1 100 de la era común, tal es el caso de algunas regiones como Aceh al norte de Sumatra en Indonesia. Sin importar cuál sea la fecha exacta, no hay duda de que muchas personas en lo que hoy es Malasia, el sur de Tailandia, Indonesia, Brunei y el sur de las Filipinas se convirtieron al Islam en unos cien años.
En el año 1500, el historiador Anthony Reid notó que la influencia islámica estaba presente en los puertos de Sumatra, Java y Malasia. La gente del sureste de Asia entró en contacto directo con mercaderes musulmanes, quienes no solo habían estado en la India, sino en Arabia. Muchos eruditos musulmanes árabes llegaron a Malasia e Indonesia, facilitando así un conocimiento más profundo sobre la nueva religión.
La exitosa expansión del Islam en Indonesia, Malasia y las Filipinas le debe mucho a la temprana introducción del texto del Sagrado Corán y otros libros islámicos entre la población de estas regiones.
Hoy en día, el 90% de los indonesios son musulmanes, mientras que más de la mitad de la población de Malasia también lo es. En las Filipinas, donde los españoles (y posteriormente los norteamericanos) ganaron la guerra por conversos, solo el 5% de la población es musulmana.
África
El crecimiento de las ciudades fue causa y efecto de la expansión del Islam y el crecimiento económico en las regiones controladas por los musulmanes en África. El desarrollo cultural en la literatura, las artes, las ciencias, la manufactura y el comercio acompañó la difusión del Islam y su influencia en la vida religiosa, intelectual, económica y política de esas áreas.
A pesar que el gobierno musulmán unificado duró poco más de un siglo, el Islam siguió creciendo, y la cultura y sociedad musulmana floreció.
Antes del año 1500, el Islam se había expandido ampliamente en las regiones sub saharianas de África. El primer pueblo al sur del Sahara en tener una población mayoritariamente musulmana fue Gao, en las orillas del rio Níger, en Mali, antes del 990, cuando el gobernante de la ciudad se convirtió al Islam. Con el paso de los siglos, muchos otros gobernantes hicieron lo mismo. En el año 1040, varios grupos de personas se hicieron musulmanes en Senegal. Fueron ellos quienes hicieron llegar el Islam a lo que hoy es Senegal, el occidente de Mali y Guinea. Después que el Sonike, del reino de Ghana, se convirtió al Islam cerca del año 1076, este se difundió extensivamente a lo largo del rio Níger.
Los musulmanes establecieron el reino de Mali entre los siglos 13 y 15, y el de Songhai del año 1465 al 1600. Más hacia el este, Kanem-Bornu, cerca del lago Chad, se hizo musulmana antes del año 1100.
En África occidental, al igual que en el sudeste de Asia, fueron los comerciantes quienes introdujeron el Islam, y muchos gobernantes lo aceptaron, seguidos por otros. Eruditos musulmanes africanos se establecieron en las principales ciudades como Timbuktú, y allí enseñaron, escribieron y practicaron la Ley Islámica como jueces. El Islam se estableció en África occidental a lo largo del Sehel junto al Río Níger, en lo que hoy en Nigeria.
Había rutas comerciales famosas que llevaban al imperio de Ghana y conectaban importantes lugares de África, como Timbuktú (en Mali), la actual Nigeria, Trípoli y Túnez. Estas rutas convirtieron a los lugares antes mencionados en famosos centros comerciales. Estos centros de comercio invariablemente se convirtieron en centros de aprendizaje y civilización islámica. Llegaron nuevas ideas a través de los comerciantes visitantes en el campo de las prácticas administrativas.
En África oriental, los comerciantes esparcieron el Islam por la zona costera a lo largo del siglo 10, y gradualmente se fue desarrollando en los siglos siguientes. En Sudan, al sur de Egipto, la población de Nubia se convirtió poco a poco en musulmana durante el siglo 14, a través de la emigración de musulmanes árabes. Sin embargo, la influencia y el dominio musulmán no se extendieron por el sur de Jartum antes del año 1500.