La educación de los hijos entre lo negativo y lo positivo
16/04/2009| IslamWeb
Continuamente los periódicos nos presentan y en las reuniones se discuten los casos de jóvenes problemáticos que cometen excesos, arruinando la reputación de sus familias y haciendo la vida de sus padres un calvario.
En muchas ocasiones, notamos que alguna gente empieza a tratar de determinar el problema intentando encontrar una solución para evitar la desobediencia de estos hijos hacia sus padres. Pero encontramos que esta gente no entiende bien la naturaleza del problema. Este problema que a menudo surge de la negligencia de los padres en educar a los hijos, y de utilizar unos métodos equivocados al criar a los hijos.
En primer lugar, el profesor ‘Umar ibn Sa‘ud Al ‘Id, que es profesor en la universidad islámica del Imam Muhammad ibn Sa‘ud, aclara que los hijos son la responsabilidad de los padres, y que cualquier responsabilidad que determina el Islam significa que el hombre será preguntado sobre ella en el Día del Levantamiento.
El Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "todos vosotros sois guardianes, y cada uno de vosotros será preguntado sobre su responsabilidad. Pues el padre es guardián en su familia y se le preguntará sobre ella".
Pero en el Día del Levantamiento no se puede responder con el habla. La respuesta será con lo que usted hayan dado a estos sus hijos, que serán verdaderamente un tesoro en la balanza de las buenas obras de sus padres si los educan bien.
Diferentes aspectos:
Cuando los padres comprenden la importancia de la educación y su influencia en los hijos, ellos también deben saber que la educación no se limita a un aspecto sólo. Mejor dicho, la educación tiene diferentes aspectos, como: los religiosos, los morales, los físicos, los psicológicos y los sociales.
El profesor ‘Abd Al-Rahman Al ‘Aied, un miembro del profesorado en la universidad del Imam Muhammad en Riyad, dice: "se considera un error no cuidarse de los diferentes lados de la educación o no tratar con ellos con equilibrio. Y este tipo de negligencia en la educación causa varios resultados negativos.
Y por eso puede encontrar a quien se concentra en el lado científico sólo, aunque sea el conocimiento de la Shari‘ah, de la educación de sus hijos, y olvida el lado espiritual relacionado con la fe. A menudo, el resultado es que tales hijos se preocupen por buscar el conocimiento durante un corto período de tiempo y, cuando su provisión de fe se termina, empiezan a abstenerse de buscar el conocimiento por falta de su verdadero motivo interno.
También hay otros que se preocupan por el lado espiritual y el de la fe sin el lado de la ciencia. Y a menudo, sus hijos se crían preocupados sólo por realizar las adoraciones sin conocer la ciencia y cultivarla.
Y ambos casos contradicen el método del Islam. Se consideran una negligencia en la educación que los padres deben notar y preocuparse de ello, porque queremos encontrar en el futuro que nuestros hijos se han criado inculcados en la fe, el conocimiento, las buenas virtudes, la seriedad y el esfuerzo.
No queremos ver a un joven de conocimiento y que al mismo tiempo tiene mal comportamiento y que sea alguien que incurra en actos prohibidos, tampoco queremos encontrar a un joven religioso que sea ignorante. Y la verdad es que el descuido de este sentido lleva a la destrucción de las casas, que causa la debilidad de las sociedades, y luego su destrucción o su caída en las maldades del seguimiento fanático y la imitación ciega".
Los medios válidos para la educación:
Tal vez algunos exclamen ahora y pregunten: ¿Cuáles son, pues, los medios beneficiosos para lograr una educación eficaz, cuya aplicación facilitará a los padres realizar sus sueños de tener una descendencia justa y útil, que se alegren por ella y que sirva a sus sociedades?
No hay duda en que la justicia de los hijos depende, en primer lugar, del éxito que le Da Al-lah, Glorificado Sea, a los padres, como afirma el profesor Muhammad Al ‘Arifi, el miembro del profesorado en la facultad del rey Fahd de seguridad ciudadana.
Pero al mismo, tiempo el profesor Al ‘Arifi cree que esta verdad no significa que los padres deban depender de esto solamente sin procurar los medios materiales disponibles. Pues Al-lah, Glorificado Sea, Hizo de los medios materiales una causa para cualquier hecho.
El primer medio de la educación válida es elegir a la esposa apropiada. Pues la esposa es la madre de los hijos y su influencia en los hijos es más profunda que la influencia del padre, porque está más cercana a ellos. Y quien se puso a prueba por casarse con una mujer negligente, debe empezar con reformarla primero.
Al ‘Arifi menciona una historia real que concierne a este asunto, le fue relatada por una persona de comprobada probidad. Dice: "una vez subí al coche con un amigo mío y sus hijos menores estaban con él. Cuando subimos a un puente, sus hijos dijeron: Al-lah Akbar (Allah Es el Más Grande) porque se relató que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, decía Al-lah Akbar al subir cualquier montaña, y decía Subhan Al-lah (Alabada Sea Al-lah) al descender en cualquier valle. Así pues; estos pequeños pensaron que cada vez que el hombre sube sobre algo elevado, debe decir: Al-lah Akbar.
Así que le dije a mi amigo: tú no te adhieres mucho a las enseñanzas del Islam ni procuras el conocimiento, entonces ¿cómo conocen tus hijos estas Sunan (PL. de Sunnah)? Así pues me dijo sonriendo: es a causa de su madre que les enseña estas Sunan y normas, y utiliza todos los medios y las maneras para enseñarles hasta que lleguen a ser así".
El ejemplo y la compaña son medios educativos importantes:
La cuestión de la compaña y el buen modelo desempeñan un importante papel al formar la personalidad del hijo.
Acerca de esta cuestión, el profesor ‘Umar Al ‘Id opina que la cosa más importante que los padres deben saber, es que el modelo es el factor que influye más en la vida de los hijos. Pues uno de los hábitos de los hijos es imitar a los padres, respecto a sus modales, su hablar, su comportamiento, y hasta sus movimientos y su modo de andar. No solo esto, sino que también imitan sus reacciones y sus emociones. Y esto obliga a los padres a ser un buen modelo para sus hijos, y cuidarse de no hacer cualquier cosa que no les satisfaga que hagan luego sus hijos.
El profesor Al ‘Id exclama ¿cómo un padre puede educar a sus hijos con buenos modales mientras que ellos ven que él no deja de insultarlos al formarlos y al educarlos? ¿Cómo un padre puede fundamentar el principio de la veracidad en la mente de sus hijos mientras que lo ven diciendo mentiras para escapar de sus peticiones y necesidades?
El principio del modelo ejemplar se relaciona con otro asunto que afecta positivamente en la educación, y a pesar de esto, mucha gente lo olvida. Este asunto es fortalecer la relación de los menores con los adultos.
Una de los errores difundidos en los que cae mucha gente es, prohibir a los niños sentarse y presenciar las reuniones de los adultos. El profesor Al ‘Id pregunta por segunda vez: "si alejamos a los menores de presenciar las reuniones de los adultos, sobre todo a la presencia de la familia y los parientes, y hacemos reuniones propias para ellos… ¿cuándo adquirirán estos niños la sabiduría de los mayores? Y ¿cuándo ganarán sus características de seriedad, esfuerzo, buen juicio y buenos modales?"
El profesor Al ‘Id continúa, diciendo: "su permanencia con los menores no los hace dejar la vida de la broma, el juego, el desorden, la visión estrecha y la falta de ambición. Mejor dicho, quizá esto se refleje en sus modales, su comportamiento y sus actos. Así pues; si no sienten ninguna responsabilidad, tampoco pueden hacer buenas obras. Pero esto no significa que se debe dejar que los menores se sienten con los adultos todo el tiempo".
En cuanto al resto de su tiempo, el profesor Al ‘Aied cree que debe cuidarse de dos importantes asuntos, que son:
· El primer asunto: elegir amigos bien encaminados para los hijos. Pues los niños imitan a sus homólogos. Cada vez que el padre se cuide de que sus hijos estén con unos amigos que se educaron en el bien, la piedad, las buenas virtudes, la seriedad y el esmero; y los aleja de los malos amigos o los negligentes, aunque sean muy cercanos de ellos, esto lo ayudará mucho al educarlos y criarlos según los principios del bien y la piedad, como él quiere. Cada padre debe recordar que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "no acompañes sino a un creyente, ni permitas a nadie que coma de tu alimento sino a un piadoso". Y esto también requiere elegir buenas escuelas para los hijos. Pues los hijos pasan en la escuela la mayor parte de su tiempo. Pues en ellas refinan sus talentos y desarrollan sus capacidades.
Es digno de mencionar aquí lo que dijo el profesor ‘Abd Al-Rahman Al ‘Aied acerca de la importancia de alejar a los hijos de la vida de contradicciones y conflictos.
Es decir, cuando se llama la atención de los hijos hacia los buenos modales o se les prohíbe sus opuestos, y luego encuentran a unas personas como compañeros, o amigos, o familiares que no dan mucha importancia a estos buenos modales o que tienen malos modales, esto provocará una reacción en el niño, sobre todo si todavía está al comienzo del sendero de la Guía.
Por eso, cuanto más el educador se esfuerce en quitar el contraste de la vida de sus hijos aplicando lo que enseña a sí mismo en primer lugar, y eligiendo a unos amigos que siguen el mismo comportamiento, más logrará fundamentar estos principios en las almas de sus hijos, y los hará aceptarlos más y adherirse a ellos.
· El segundo asunto que afirma el profesor Al ‘Aied es la importancia de llenar el tiempo de ocio de los hijos con cosas que puedan beneficiarlos. Pues no se puede construir una generación justa e hijos de buenas virtudes, de mucha preocupación, y de personalidad fuerte mientras pasan su tiempo en las calles, los caminos, y en unas reuniones de las que no conocemos su realidad. Pero también su permanencia en la casa así sin hacer ninguna cosa útil causa muchos daños y efectos negativos. Porque estos hijos –con sus edades diferentes- tienen una energía fuerte en su interior que se debe descargar. Se puede hacer esto por intentar encontrar una actividad vital que les guste y que les sirva físicamente, psicológicamente, religiosamente y prácticamente al mismo tiempo, además que debemos cuidarnos de alejarlos de la pérdida de tiempo, los programas de televisión que los maleducan y las revistas que los pervierten.
La orientación no se realiza cometiendo errores:
Uno de los asuntos importantes que los padres deben tener en cuenta es no tratar las faltas de los hijos de una manera equivocada. Pues muchas veces notamos que un niño golpea a su hermano, así pues el padre se apresura a reprenderlo utilizando vocablos censurables. O a veces juega el niño molestando a su padre y su padre no trata el asunto sino mediante un golpe violento.
Acerca de este asunto, el profesor Al ‘Aied afirma que se debe apresurar en corregir el error justo al cometerse, ya sea esta falta relacionada con los modales del hijo, o su fe, o sus estudios, o su conducta general en la vida. Pues ignorar la falta y ser negligente en tratarla, ya sea simple o grave, conduce a empeorarla y a cometer un error mayor, que sea difícil tratarlo después.
Por eso, es muy importante corregir los errores de manera correcta, y no se corrige la falta por otra más grave que cometen los padres, como utilizar insultos o golpear a los hijos todo el tiempo sin ninguna razón al cometer cualquier falta simple o grave, y también amonestarlos ante los otros.
Una de las faltas que cometen los padres –según la opinión del profesor Al ‘Aied- es no utilizar la progresión gradual al corregir las faltas de sus hijos, y en enseñarles y formarlos. Esta falta causa muchos resultados negativos, además de que contraria la enseñanza del Islam, pues es conocido que el Islam utilizó la progresión gradual hasta respecto a legislar las obligaciones y las prohibiciones. A pesar de esto, la negligencia en tratar las faltas por la excusa de la progresión gradual se considera otro error, pues los padres deben tratar el asunto de forma equilibrada sin negligencia ni exageración.
El profesor Al ‘Aied llama la atención a otro asunto. Es que a veces los padres caen en algunas faltas, y en estos casos, los padres deben confesar esto y no disputar mucho por el pretexto de que los hijos no comprenden esto. Pues tal comportamiento puede causar el contraste que se debe alejar de la vida de los hijos.
También aconseja a los padres evitar en sí mismos eso de buscar las faltas de los hijos, amonestarlos mucho y acusarlos de negligencia. Pues, por el paso del tiempo, este estilo causará su mediocridad y se acostumbrarán a esto. Y por consecuencia eso no servirá de nada.
Al contrario; tal método puede causar el fracaso en la vida y hacer a los hijos perder las ganas de progresar. Por eso, los padres deben intentar descubrir los talentos -sean cual sean estos talentos mientras que sean legítimas y útiles- de los hijos, cultivarlos, desarrollarlos y dirigirlos correctamente en vez de buscar sus faltas. Pues el desarrollo de los talentos y su cultivo ayuda a abstenerse de cometer las faltas y lleva a reducirlas.
No olvide estos dos asuntos:
Quedan dos importantes asuntos relacionados con la cuestión de la educación, que son:
1. la súplica: el profesor Al ‘Aied dice: "la súplica es uno de los más importantes medios de la educación. Y es una de las características de los siervos del Misericordioso. Pues Al-lah Dice (lo que se interpreta así en español): {Y los que dicen: ¡Señor nuestro! Concédenos en nuestras esposas descendencia y frescura de ojos y Haznos un modelo para los que tienen temor (de Al-lah).}[Corán 25:74]. Entonces los padres necesitan rodear a sus hijos con súplicas sinceras, como suplicar que Al-lah, Glorificado Sea, los Reforme y les Dé el éxito en los asuntos de su religión y su vida terrenal. Pues se responde la súplica del padre para su hijo como afirma un Hadiz Sahih (auténtico). También se cuenta en este sentido el hecho de leer libros de temas pedagógicos que beneficiarán al educador y le abrirán los ojos hacia asuntos importantes y técnicas eficaces en educación".
2. es el asunto que aclaró el profesor Al ‘Arifi, es decir: la importancia de adorar a Al-lah, Glorificado Sea, educando a los hijos, y esperando la recompensa de Al-lah respecto a los esfuerzos y el dinero que gastan los padres para educarlos. Pues el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "quien tiene tres hijas, luego las educa, las instrye y las alimenta, pues lo protegerán de entrar en el Infierno", o como dijo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Así pues; si el hombre tiene una intención sincera al educar a sus hijos, obtendrá recompensas por todos los esfuerzos y el dinero que gastó para educarlos. Encontrará la recompensa de todo esto en su registro de buenas obras en el Día de la Resurrección, junto con las recompensas de su oración, su Zakah, su ayuno, los ritos voluntarios que realizó y los otros actos de adoración.
Al ‘Arifi termina sus palabras mencionando el siguiente Hadiz del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam: fue narrado que el Mensajero, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: "se eleva el siervo en el Paraíso por unos grados. Entonces, dice el siervo: ¡Oh, Al-lah! ¿Cómo consigo este grado si yo no hice las obras que me hubieran hecho obtenerlo? Entonces, Al-lah le Dice: esto es por la súplica de tu hijo justo por ti". O como dijo el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, en otro Hadiz que todos nosotros conocemos: "si el hombre muere, se terminaron todas sus obras, salvo tres: una limosna de beneficio ininterrumpido, un conocimiento del que se beneficia la gente o un hijo justo que suplica por él".
Y si el hijo fue alguien mal encaminado que no se crió sujeto a la obediencia de Al-lah ¿cómo suplicará por sus padres después de su muerte? Y aún si suplica por ellos, no se responderán sus súplicas.