Debemos tener siempre en mente que las pruebas son inevitables y la gente las maneja de diferentes formas. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y por cierto que os Probaré con algo de temor, hambre, pérdida de bienes, vidas y frutos, pero albricia a los pacientes [que recibirán una hermosa recompensa]. Aquellos que cuando les alcanza una desgracia dicen: Ciertamente somos de Al-lah y ante Él compareceremos. Éstos son a quienes su Señor Agraciará con el perdón y la misericordia, y son quienes siguen la guía.} [Corán 2:155-157]
Comentando sobre este verso, Ash-Sharabasi, que Al-lah lo Perdone, dijo: “Todos serán probados con algún tipo de estas pruebas. Pero cada quien será diferente en su actitud y responsabilidad hacia esas pruebas”. Algunas personas tienen paciencia y otras no. Algunos se recuperan y otros no. Las pruebas nos enseñan a todos, pero solo un grupo es merecedor de la recompensa. La frase “pero albricia a los pacientes” sugiere que, dado que el hombre puede estar sujeto a las pruebas, y ya que será afligido por una u otra forma de tribulación, es mejor para él que no sea ansioso. El hombre será probado ya sea que acepte o no esto. Debido a que recibirá una recompensa por la prueba si es paciente, entonces es mejor para él que sea considerado del grupo de los pacientes.
No seas pesimista
No cierres tus ojos para ver solo la oscuridad de la prueba o la aflicción. Esto te llevará a la depresión y la soledad esperando que llegue la muerte, y esa es una triste existencia para todos, especialmente para alguien que está enfrentándose con la enfermedad. Trata de no permitir que la angustia y la tristeza invadan tu corazón y sobrecarguen tu mente. No le des la oportunidad al demonio para susurrarte y tratar de causarte angustia mental que solo aumentará tu dolor y sufrimiento. As-Sa’adi dijo: “¿Acaso no sabes que la debilidad del corazón y sus ilusiones son en realidad la enfermedad incurable?”
La fuerza del corazón y su dependencia de Al-lah son características de hombres fuertes. ¿Cuántos hospitales están llenos de pacientes que sufren de desilusión y paranoia? Estas desilusiones y ansiedades afectan incluso a gente saludable, y a veces pueden causar locura y problemas mentales.
Por lo tanto, la salud del corazón es la base para la salud del cuerpo, y la enfermedad del corazón es la verdadera enfermedad. El hombre pude ir a través de la inestabilidad psicológica hasta encontrar al mundo como un lugar estrecho lleno de angustias. Pero, si el enfermo permite que estos pensamientos controlen su mente, su angustia y deseos de morir aumentarán, posiblemente hasta el extremo de contemplar el suicidio.
La persona puede desear morir debido a la presión y el dolor, pero debemos ser conscientes de que un final temprano resulta en castigos en la tumba. En cambio, mientras está con vida, la persona tiene más tiempo de arrepentirse y volverse hacia Al-lah, y ciertamente eso es mucho mejor. El Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Ninguno de ustedes debe desear morir debido a la angustia; pero si lo hace, entonces debe decir: ‘Oh, Al-lah, Dame vida mientras la vida sea buena para mí, y Hazme morir siempre que la muerte sea mejor para mí’”. [Bujari]
Busca dentro de ti la causa de tu enfermedad y trátala con tratamientos médicos lícitos. No ignores tu enfermedad, busca atención médica ahora mismo. Solo los médicos han sido capaces de dar grandes pasos en la medicina hasta ahora, porque Al-lah se los Ha Permitido. Toda enfermedad tiene una cura, excepto la muerte. Trata de encontrar un buen médico musulmán si es posible.
Debes autocuestionarte y ser justo, no te engañes a ti mismo
Si estás afligido con una angustia o dificultad, busca primero las razones y repréndete a ti mismo. Dice Al-lah (lo que se interpreta en español):
· {Todo bien que te alcance proviene de Al-lah. Y el mal que te azote es consecuencia de tus obras…} [Corán 4:79]
· {Y si os aflige una desgracia, ello es la consecuencia de [los pecados] que cometisteis; y Al-lah os Perdona muchas faltas [por Su gracia].} [Corán 42:30]
Cuando estás afligido y no sabes la razón detrás de esto, entonces no dejes que la angustia encuentre un camino para llegar a tu corazón. Debes saber que Al-lah Decreta todas las cosas, y nada de lo que te suceda pudo haberse evitado, y nada de lo que no te sucedió pudo haberte ocurrido. Ten cuidado con decir algo que pueda indicar enojo o insatisfacción con el Decreto de Al-lah, como decir: “Oh, Señor, ¿por qué me afliges con esto?”
Enfrentando la enfermedad (Parte 2)