6. Deshacerse de la televisión. 73% de los padres desearían limitar el tiempo que sus hijos ven televisión. Cientos y miles de familias lo hacen. Cerca de tres millones de hogares en los Estados Unidos no tienen televisión. Reduciendo o eliminando la televisión puede ahorrarnos un tiempo valioso. Una vez que lo hagan no lo lamentarán. Piensen bien en esta opción; pero ambos padres deben estar de acuerdo primero. Si tienen hijos mayores, ellos también deben participar de la decisión. Si ellos se irán a otro lugar a mirar televisión, entonces es mejor que lo hagan en casa. Esta decisión les dará tiempo libre para otras actividades familiares productivas, como deportes, lectura o simples charlas.

7. Reevaluar nuestros horarios diarios. Si no puedes dedicar tiempo a tu familia porque trabajas duro para satisfacer sus necesidades económicas, deberías preguntarte: ¿Qué te traerá más felicidad? Revisa tus necesidades y reduce tus gastos. Te harás un favor y a tu familia también si reduces el tiempo para ganar dinero y lo inviertes en actividades familiares.

Si estás muy exhausta para poder pasar tiempo de calidad con tu esposo por las labores de la casa y el cuidado de los hijos, pues debes considerar buscar a alguien que te ayude en ello.

El tiempo en familia es muy necesario, pero algunos de nosotros tienden a subestimarlo. Frecuentemente tienden a subestimar el impacto que esto tiene sobre nuestras relaciones maritales y familiares.

Los frutos de dedicar más tiempo a compartirlo con la familia son varios; aquí citamos algunos:

Pasar tiempo de calidad con la familia promueve la armonía, la intimidad y reduce el stress. Esto ayuda a lograr el gran objetivo islámico del matrimonio que es, según el Corán y la Sunnah, permitirnos vivir en paz y tranquilidad.

El Corán dice (lo que se interpreta en español):

{Y entre Sus signos está haberos Creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y Puso entre vosotros amor y misericordia.} [Corán 30:21]

Y dice:

{¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha Creado a partir de un solo ser, del que Creó a su esposa e Hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres.} [Corán 4:1]

El Profeta Muhammad, sallallahu ‘alaihi wa sallam, dijo: “Hombres y mujeres son mitades gemelas uno del otro”. [Bujari] Este hadiz también nos hace recordar que hombres y mujeres fueron creados de una misma fuente. Más aún, usando la analogía de las mitades gemelas, el Profeta, sallallahu ‘alaihi wa sallam, remarcó la naturaleza recíproca e interdependiente de la relación mujer-hombre.

Un estudio en una edición reciente del “Journal of Personality and Social Psychology”, publicado por la Asociación Americana de Psicología, concluye que el dinero está al final de una lista de posibles necesidades psicológicas que puedan traer felicidad y satisfacción personal. Para ser felices, los sujetos estudiados decían necesitar:

Pasar un buen tiempo con la familia mejora nuestra percepción de felicidad y satisfacción personal, porque esto satisface nuestras necesidades psicológicas y emocionales de amar y ser amados, de recibir apoyo y reconocimiento.

Es algo desafortunado pero cierto que muchos “activistas” musulmanes que han entregado mucho tiempo y esfuerzo a la Da’wah, promoviendo causas islámicas, hayan tenido que ver a sus propios hijos y esposas alejarse del modo de vida musulmán. Ocuparnos de algo, sin importar qué tan bueno sea, hasta el extremo de perder a nuestras familias y a aquellos por los que somos responsables es simplemente un error. El mandato del Corán en tal caso es bien claro:

{¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras.} [Corán 66:6]

En muchos casos, las parejas no están al mismo nivel de entrega a la práctica del Islam. El tiempo compartido en familia puede ayudar en acercarnos a Al-lah y a Su religión. El Corán dice (lo que se interpreta en español):

{Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal.} [Corán 9:71]

El mejor método para hacer Da’wah no son las palabras, son las acciones y actitudes que exponen el conocimiento islámico de una forma que las palabras no pueden hacer. No puedes ser un “activista” musulmán si toda tu actividad está fuera de casa. Sólo cuando la gente a tu alrededor vea un significativo impacto del Islam en tu vida diaria, puede que traten de hacer lo mismo. Piénsalo. No podremos hacer eso excepto que seamos primero un modelo de vida ejemplar en nuestros hogares.